BRUSELAS.– Los ministros del Interior y Justicia de la Unión Europea se reunirán este viernes para evaluar cambios en el espacio Schengen de libre circulación, reforzar las fronteras y establecer un mayor control interno como primera medida tras los atentados terroristas de París.
En la reunión de Bruselas se espera aprobar una cascada de medidas que conlleven cambios en las fronteras exteriores del espacio Schengen –que comparten 22 países de la UE y cuatro asociados–, más controles internos, mejor coordinación antiterrorista y de inteligencia, registros de pasajeros aéreos y control de armas.
De aprobarse el texto de conclusiones que los ministros tendrán el viernes sobre la mesa, esos controles en las fronteras exteriores de Schengen podrán ser sistemáticos para todos, europeos o no, y tanto a la salida como a la entrada, informó el diario Clarín.
Actualmente, se puede realizar cuando se advierten situaciones de riesgo, pero las normas prohíben que sean sistemáticos. También se aprobaría que en esos controles se consulten “sistemáticamente” todas las bases de datos disponibles.
El texto no habla de las fronteras internas del bloque –su eliminación es una de las grandes construcciones de la UE– pero sí de ciertas medidas que en la práctica podrían reforzar su control, como que los agentes policiales tengan acceso a las bases de datos de Schengen –ahora solo lo tienen en las fronteras exteriores– donde los países incluyen a personas en búsqueda y captura, autos o armas robadas o sospechosos de diferentes delitos.
Diez mil viajeros sospechosos
El comisario europeo de Inmigración, el griego Dimitris Avramopoulos, defiende el acuerdo de Schengen, reconoce que se puede revisar pero no que se ponga en cuestión, “porque es uno de los grandes logros de la construcción europea y sería un paso atrás en la integración”.
Europol explicó este jueves que hay unos 10,000 viajeros sospechosos de las cuales 2,000 estarían confirmados como combatientes europeos en conflictos bélicos, y al menos 5,000 habrían ido a Siria.
Los ministros también pedirán al Parlamento Europeo que apruebe cuanto antes el PNR (registro de nombres de pasajeros, según sus siglas en inglés) y que se incluya en él también los vuelos internos en la UE. Hasta ahora, muchos eurodiputados se oponían a varios aspectos del PNR porque lo veían como una privacidad de los datos privados personales de los ciudadanos.
No tratarán si deben seguir aceptando o no el flujo de refugiados que llega a Europa, principalmente a través de Turquía, pero en el documento sí se emplaza a que cada persona sea controlada ‘sistemáticamente’, a través de “estrictas verificaciones de seguridad”, que se le tomen las huellas y se asegure que los centros de paso de los refugiados tengan la tecnología suficiente para hacerlo.
La UE también planea la apertura, en enero, dentro de Europol, de un Centro Europeo Contraterrorista que facilite el intercambio de información de inteligencia entre los 28 países del bloque y fomente la coordinación de las operaciones antiterroristas.
La política antiterrorista y los servicios de inteligencia son competencia nacional, no de la UE, pero Bruselas intenta coordinar en lo posible a los gobiernos, que hasta ahora han preferido acuerdos bilaterales –por ejemplo, España y Francia contra ETA, o Irlanda y el Reino Unido contra el IRA- antes que una unificación de los servicios secretos europeos. (ECHA- Agencias)