Algunos frentes de la guerrilla colombiana de las FARC, anunciaron que no entregarán las armas y se separarán del acuerdo de paz, que el grupo insurgente negocia con el Gobierno para acabar el conflicto armado más antiguo de América Latina. Uno de esos disidentes en Géner García Molina, más conocido como ‘John 40’.
Así indican informes de Inteligencia de la Policía colombiana, que apuntan a que este insurgente, que no estaría asignado en la actualidad a ningún frente del grupo armado que adelanta negociaciones con el Gobierno, lideraría algunas de las disidencias que podrían registrarse tras la firma de la paz.
Según algunos investigadores, algunos frentes de las FARC lo escuchan por su estilo de vida lleno de excentricidades con la de ‘Chupetas’, un exintegrante del cártel de Cali, preso por tráfico de drogas en los EEUU.
Estos son los frentes de las Farc que no firmarían la paz https://t.co/DEW9nyBTlU pic.twitter.com/APTOOwNgoK
— El País Cali 📰 (@elpaiscali) July 11, 2016
Inmerso en el narcotráfico y minería ilegal
Además ‘John 40’, según el propio Secretariado de la organización subversiva, que estaba conduciendo, al grupo, “al nivel de bandidos narcotraficantes de poca monta”, y de las economías ilegales que confluyen en el suroriente colombiano, donde se asienta el autodenominado disidente Frente Primero Armando Ríos.
Igualmente para las autoridades colombianas, las jugosas ganancias que el narcotráfico y la minería ilegal dejan en esa región, constituyen la primera hipótesis, detrás del anuncio con el que la fracción del frente supuestamente liderado por alias Mordisco bajó el optimismo que se respiraba alrededor del proceso de paz después del anuncio del cese al fuego bilateral y definitivo.
Relación con transnacionales de droga
“El Frente Primero hace presencia violenta en los departamentos de Guaviare y Vaupés, en zonas selváticas y semiselváticas distantes y poco pobladas, lejos de centros poblados, donde explotan rentas ilegales derivadas de la explotación de minerales de tierra (como el coltán) y el oro”, indica un documento del Centro de Recursos para Análisis de Conflictos, Cerac.
También explica que antes del 2000 era un frente fuertemente ligado al procesamiento de droga, al punto que es “el único con involucramiento directo con organizaciones transnacionales de cocaína” y el primero que “explotó rentas de cultivos de uso ilícito que intercambiaba por armas, convirtiéndose en proveedor de grupos criminales del Brasil”.
Frentes disidentes
Según algunos investigadores, “Los frentes 5, 58, 57 y 34 coinciden con los Urabeños en Chocó, Córdoba y Urabá, donde hay vínculos de cabecillas con las bacrim, que es una de las variables que podría indicar disidencia y criminalización”.
Y entre ellos, muchos apuntan al frente 57, que se localiza en la frontera con Panamá, donde las autoridades también registran presencia del ELN, “lo que favorecería que algunos farianos se ‘cambien de brazalete’”.