Vaticano inicia investigaciones por abusos sexuales del Sodalicio

shadow

 

Una comisión del Vaticano, dedicada a casos de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia católica, iniciará investigaciones contra el Sodalicio de la vida cristiana en Perú. La misión, según fuentes, estaría liderada por Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, integrantes del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano o Dicasterio del Santo Oficio, uno de los organismos más antiguos de la curia romana y que también ha manejado varias crisis en Latinoamérica por temas de delitos sexuales.

Las indagaciones comenzarán oficialmente a partir del próximo martes 25 de julio, en las que participarán denunciantes y miembros de la cúpula del Sodalicio. Las entrevistas se llevarán a cabo en la Nunciatura Apostólica del Perú (Jesús María), la cual pertenece a territorio vaticano. Una vez finalizadas las labores de Scicluna-Bertomeu en Perú, deberán elaborar un informe que será entregado al papa Francisco, quien finalmente dará un veredicto sobre el caso.

“En caso de que la comisión del Vaticano culmine sus diligencias en el país y encuentre pruebas de que la organización es corrupta, sectaria y mafiosa, podrían cerrarlos. Y eso sentaría un precedente histórico y haría temblar a muchísimas organizaciones de las características del Sodalicio. Son muy eficientes. No se les pasa nada y sus informes suelen ser contundentes”, dijo un informante.

El Sodalicio de vida cristiana en el Perú depende del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica en el Perú, el cual no ha abordado el problema hasta el momento. La presencia de la comisión Scicluna-Bertomeu mantendrá en tensión a una organización de la Iglesia católica que ha usado una fachada religiosa que va en contra del espíritu del sumo pontífice y su comunidad.

Scicluna-Bertomeu en Chile

La comisión Scicluna-Bertomeu fue la encargada de investigar las denuncias del caso Karadima y Barros. Realizó una serie de reuniones para escuchar a la multitud de denunciantes que querían dejar constancia de sus testimonios. Luego de recopilar toda la información, los componentes de la Doctrina de la Fe se presentaron ante el papa Francisco, quien terminó por aceptar la renuncia masiva de más de 30 obispos chilenos, entre ellos el entonces arzobispo Ricardo Ezzati.

Texto: Con información de La República

 

912080