CIUDAD DEL VATICANO.- El arzobispo y jefe de la delegación de la Santa Sede en la ONU, Gabriele Caccia, ha llamado este martes a los estados a «colaborar en la búsqueda de usos pacíficos de la energía nuclear» y reiteró su convicción de que «las instalaciones de energía, medicina e investigación nucleares, no deben ser objetivos en guerras».
Durante su intervención en la conferencia de la ONU sobre el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, que se está celebrando en Nueva York, Caccia ha recordado que «el Protocolo I de las Convenciones de Ginebra prohíbe los ataques contra las centrales nucleares e insta a mantener la protección de los bienes civiles como prioridad en la agenda internacional, incluida la protección de las instalaciones nucleares».
Cuba: Papa muestra su cercanía al pueblo y familias de afectados tras explosiones
«A medida que nuestra casa común experimenta el impacto de la crisis medioambiental, abordar la escasez de alimentos y agua es fundamental, especialmente para los más pobres y vulnerables del mundo», ha apuntado también Caccia.
Además, ha explicado que «la tecnología nuclear también ha contribuido al desarrollo sostenible ayudando a la lucha contra el cáncer, mejorando el rendimiento de las cosechas, protegiendo los suministros de agua y monitoreando la contaminación de los océanos».
Finalmente, el representante de la Santa Sede ha reafirmado su compromiso con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y ha instado a adoptar un enfoque integral, no tecnocrático ni excluyente, del uso de las tecnologías nucleares.
ANDINA- Foto internet-medios