SANTA SEDE.- El portavoz del Vaticano, Greg Burke, manifestó este lunes su preocupación por la suerte del obispo de la diócesis china de Wenzhou, Pietro Shao Zhumin, quien fue «alejado por la fuerza» de su sede episcopal hace varias semanas y del que se desconoce su paradero.
«La comunidad católica diocesana y sus familiares no conocen los motivos de este alejamiento ni el lugar en el que se encuentra», señaló sobre el obispo Pietro Shao Zhumin quien, de acuerdo a medios chinos, fue detenido por la policía del país en mayo y desde entonces se desconoce dónde se encuentra.
El documento también indica que «la Santa Sede está profundamente dolida por este y otros episodios similares que por desgracia no facilitan caminos de entendimiento, y espera que Pietro Shao Zhumin pueda volver cuanto antes a su diócesis y que le sea garantizado que pueda desarrollar serenamente su ministerio episcopal».
El comunicado concluye con una invitación a la oración por «el camino de la Iglesia en China».
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Los lazos diplomáticos entre China y el Vaticano son oficialmente inexistentes desde 1951 por la excomunión por Pío XII de dos obispos designados por Pekín, a lo que las autoridades chinas respondieron con la expulsión del nuncio apostólico, que se asentó en la isla de Taiwán.
Pekín exige que el Vaticano rompa previamente con Taiwán y no «interfiera» en los asuntos internos chinos.
Asimismo , rechaza que el Vaticano pueda nombrar a obispos, y por ello existen en el país dos Iglesias católicas: una oficial («patriótica») controlada por el Gobierno y otra semiclandestina que responde al Vaticano.
No obstante, con el actual pontificado de Francisco las posiciones se han acercado y ha habido colaboraciones a nivel cultural. (ECHA – Agencias)