Tras cumplir su condena de 22 años de prisión, Demetrio Limonier Chávez Peñaherrera, ‘Vaticano’ abandonó la tarde de este miércoles el penal Miguel Castro Castro.
Considerado el mayor traficante de drogas en el país en la década de los 90, Demetrio Limonier Chávez Peñaherrera vestía al dejar la prisión una camisa rosa, jeans y zapatillas. Llevaba, además, lentes de sol y un gorro.
‘Vaticano’ traspasó la puerta del penal ubicado en San Juan de Lurigancho cerca de las tres de la tarde. Mostraba buen semblante.
Subió a un vehículo negro que lo esperaba. ‘Vaticano’ estuvo involucrado en la década de los 90 con las mafias de los narcos colombianos Rodríguez Orejuela y del mismo Pablo Escobar.
‘Vaticano’ acusó a mediados de los 90 a Vladimiro Montesinos, hoy también preso, de cobrarle 50 mil dólares mensuales para dejarlo operar en su ilícito negocio.
A través de la prensa de la prensa, Demetria Chávez Peñaherrera, pidió perdón a la sociedad y a la juventud no seguir su «mal ejemplo».
Aceptó que fue un capo de la droga en Perú, pues tenía su propia pista de aterrizaje para las naves que sacaban su carga ilícita desde la selva «y eso es innegable».
‘Vaticano’ negó que haya acumulado miles de millones de dólares en su actividad ilegal y que todo lo que tenía lo perdió «secuestrado siete años en la Base Naval del Callao».
Dijo además que la Marina de Guerra preservó su vida, pues, aseguró, Vladimiro Montesinos ordenó que lo eliminaran.
‘Vaticano’ contó, además, que durante la dictadura fujimorista acabó con clavícula rota y un hueco en el cráneo producto de las torturas recibidas.
Consideró que “sería nefasto un gobierno de Keiko Fujimori”, tras precisar que Perú se convirtió en un “narcoestado” durante el régimen de Alberto Fujimori, quien cumple 25 años de prisión por violaciones de los derechos humanos.
Foto Andina/ Video TV Perú