Miles de personas esperan desde antes del amanecer de este viernes en el puente de Tienditas, que conecta a la ciudad colombiana de Cúcuta con la venezolana de Ureña, el inicio del concierto Venezuela Aid Live, convocado por el multimillonairo británico Richard Branson.
La convocatoria, que fue respondida por 32 artistas de una decena de países, tiene como objetivo impulsar la ayuda humanitaria para apoyar a los venezolanos afectados por la crisis en su país y recaudar 100 millones de dólares para los más necesitados.
El acceso a la explanada donde se celebrará el concierto se habilitó a las 06.30 hora local (11.30 GMT), pero desde mucho antes ya había largas filas de gente esperando en el lugar, que tiene capacidad para unas 500.000 personas y a la que se espera asista al menos la mitad.
Esa cifra tiene una relevancia enorme si se tiene en cuenta que equivale a un tercio de la población de 750.000 habitantes que tiene Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander.
Muchos de los asistentes son venezolanos que cruzaron desde tempranas horas de la mañana al lado colombiano por los puentes internacionales o por los pasos ilegales conocidos como «trochas» al grito de «libertad» y exigen la salida de Nicolás Maduro del poder.
En uno de los corredores de acceso, en medio de una marea de personas nutrida además con centenares de vendedores callejeros, se encuentra Edilberto Colmenares, un venezolano que vino desde San Antonio del Táchira para brindar su apoyo al Gobierno de Juan Guaidó, jefe del Parlamento y quien se proclamó presidente interino de Venezuela.
«Pronto tendremos a Venezuela en libertad, tenemos la fe puesta en nuestra gente venezolana y en nuestro presidente Guaidó», dijo a Efe.
Por su parte, Marlene Guillén, de 62 años, quien viajó a Cúcuta varias horas por tierra junto con una sobrina, afirmó que los venezolanos están «cansados de tanta humillación» por parte del régimen de Maduro.
El concierto tiene como objetivo concienciar al mundo acerca de la crisis humanitaria que sufren millones de venezolanos, que ha obligado un porcentaje importante de la población a emigrar del país.
Según informaron hoy en Ginebra la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los venezolanos que han salido del país a causa de la crisis son ya a 3,4 millones, de los que 2,7 millones se encuentran en otras naciones de América Latina.
Colombia es el principal país de acogida, con 1,1 millones de inmigrantes y refugiados, seguido de Perú (506.000), Chile (288.000), Ecuador (221.000), Argentina (130.000) y Brasil (96.000).
Quienes no han emigrado guardan la esperanza de que la ayuda humanitaria que la comunidad internacional, con Estados Unidos y Colombia a la cabeza, esperan ingresar a partir de mañana en Venezuela, sea el comienzo de un cambio.
«Esta situación tiene que cambiar a partir de hoy, nuestra gente se está muriendo y de verdad que necesitamos esa ayuda», manifestó Guillén, mientras buscaba como resguardarse del sol canicular que desde las primera horas del día hace de Cúcuta un pequeño infierno.
Como ella, miles de hombres, mujeres y niños con banderas venezolanas atadas al cuello o con el tricolor dibujado en las mejillas, aguardaban pacientemente pero entusiasmados el inicio del concierto de artistas como Carlos Vives, Alejandro Sánz, Juanes, Maluma, José Luis Rodríguez «El Puma», Miguel Bosé y Juan Luis Guerra, entre otros.
Entre el mar de banderas y sombreros para protegerse del sol la multitud mostraba mensajes de agradecimiento a los colombianos y a su presidente, Iván Duque, por su apoyo a la sufrida gente de Venezuela.
EFE