Cuatro militares, uno de ellos un general, y dos funcionarios policiales fueron asesinados este sábado en una emboscada en el estado de Aragua, en el centro-norte de Venezuela, informó a Efe una fuente con conocimiento del caso.
Se desconocen los nombres de las víctimas y las causas del suceso, que ocurrió en una zona boscosa de la carretera que une las localidades de Magdaleno y Palo Negro, donde la Fuerza Armada venezolana maneja una unidad agrícola.
Tampoco se indicó si los uniformados fueron despojados de sus pertenencias y armas de fuego reglamentarias, pero sí que el Gobernador de la entidad, Marco Torre, y el director de la policía científica, Douglas Rico, coordinan las labores de investigación.
Los funcionarios policiales pertenecían al cuerpo del estado de Aragua, mientras que los militares al componente aviación y estaban afincados en la Base Aérea El Libertador (BAEL), también ubicada en esta entidad.
Ninguna autoridad militar se ha pronunciado por el suceso.
La violencia criminal es frecuente en Venezuela, un país que padece una «epidemia», de acuerdo con la ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).
Según esta misma ONG, en 2018 murieron 23.047 personas en hechos violentos -la mayoría de ellos cometidos con armas de fuego-, lo que arrojó una media de 81,4 muertes violentas por cada 100.000 habitantes.
El estado de Aragua, precisamente, fue el pasado año la región más violenta de Venezuela, con 168 homicidios por cada 100.000 habitantes.
También este sábado, un helicóptero del ejército venezolano se precipitó a tierra en el municipio caraqueño de El Hatillo con 7 tripulantes a bordo, según informó la autoridad local, Elías Sayegh.
La Fuerza Armada venezolana tampoco ha reaccionado a este suceso, pese a que esta mañana el comandante general del ejército, Jesús Suárez Chourio, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, aparecieron junto al gobernante Nicolás Maduro en un centro de adiestramiento militar en el estado de Cojedes (noroeste). EFE