Venezuela: Dolarización es medida inmediata del principal rival de Maduro

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CARACAS (Venezuela).- La dolarización de la economía venezolana, tras 15 años de control cambiario, es la medida que tomará «inmediatamente» el principal rival del presidente y candidato Nicolás Maduro, Henri Falcón, de ganar las elecciones del próximo 20 de mayo para frenar la hiperinflación.

«Es lo primero que vamos a hacer, es la primera medida, inmediatamente, el primer día», dijo a Efe el jefe del plan de Gobierno de Falcón, Francisco Rodríguez, un experimentado economista que ha pasado sus últimos años en el sector financiero desde Wall Street, y que saltó a la arena política para esta campaña.

Falcón es un militar retirado de 56 años, que entró a la política de la mano del fallecido Hugo Chávez y pasó a ser uno de los principales líderes opositores.

Ahora este candidato a la Presidencia sigue su camino como el principal competidor contra Maduro, dejando atrás a la alianza de oposición que lavó su pasado chavista, una coalición que en estas elecciones decidió no participar.

El plan que defiende Francisco Rodríguez a lo largo de la campaña propone dolarizar la economía, tras 15 años de control de cambio, de un solo zarpazo y parar en seco una inflación que el Fondo Monetario Internacional estima que cerrará por encima del 13,000% en este año.

«No estamos hablando de dolarización como una panacea, la dolarización es parte de una política de estabilización macroeconómica (…), darle al país estabilidad de precios de tal forma que tanto las personas como las empresas puedan tomar sus decisiones económicas», dijo Rodríguez.

El jefe del plan de Gobierno de Falcón, Francisco Rodríguez, experimentado economista que ha pasado sus últimos años en el sector financiero desde Wall Street, y que saltó a la arena política para esta campaña. EFE/Miguel Gutiérrez

El economista evoca Hotel California, la icónica canción de los Eagles, a donde los huéspedes no entraban porque luego no podrían salir, para hacer un símil de la economía venezolana y la escasez de inversores producto de los férreos controles de cambio.

El analista no ve complicaciones en el potencial Gobierno de Falcón para implementar esta medida pues a su juicio «la dolarización, la parte fundamental, se puede hacer muy rápido porque es la conversión de depósitos de bolívares a dólares (…) sobre una base voluntaria».

El país tiene, según sus estimaciones, una base de aproximadamente 3.000 millones de dólares, una tercera parte de las reservas internacionales, que deberá hacerse efectiva relativamente rápido, dependiendo de cuán líquidas sean realmente esas reservas.

«A partir del momento en el que se tienen esos activos, se ordena la conversión de aquellos que quieran pasar sus activos de bolívares a dólares», indica el asesor que prevé como lo más complicado el cambio de monedas y billetes, lo que se haría en unos «seis meses».

Recordó que este plan se hará bajo una base «voluntaria», y que los bolívares podrán seguir circulando «incluso después que ya se haya completado sustancialmente el proceso».

«Sin embargo, nosotros estimamos que esos primero 180 días nosotros tengamos un 80% y 90% de adhesión», apuntó.

Disponer de un tercio de las reservas para este fin, no es mayor problema, dijo, porque se trata de «poner las reservas internacionales en control de la economía».

Para ello proyecta la necesidad de financiación internacional, para apoyar el crecimiento económico y de su sector financiero, lo que forma parte del programa económico de un eventual Gobierno de Falcón.

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¿Cuál será el costo social para los venezolanos, la decisión de acudir a organismos internacionales para buscar un plan de financiación? ¿Qué plan de recorte es viable para ciudadanos que perciben ingresos menores a cinco dólares por mes?

«No es un plan de corte recesivo, porque en este momento tratar de hacer un plan de ajuste que estuviese basado sobre bajarle los salarios reales aún más a la gente sería totalmente un sin sentido», responde y añade que el plan en cambio es un programa fiscal viable.

«Los gastos en Venezuela ya están enormemente recortados», explicó.

El plan de Falcón, dice, presenta una nómina del sector público de 9,200 millones de dólares, aproximadamente 7 puntos del PIB, y un programa social compensatorio de 5,700 millones, a través de una tarjeta de ayudas.

«Ese plan nos va a permitir sustituir todos los subsidios indirectos que existen», ilustró.

Por ejemplo, «los subsidios internos al sector hidrocarburos en este momento son de 8,100 millones de dólares, por lo tanto sí va a estar generando mucho más ahorro por el lado de la sinceración del precio, (…) con ese planteamiento es que nosotros pensamos acudir a buscar financiamiento», dijo.

La propuesta, explicó, se creó a partir de un plan hecho por «países amigos en el caso de que en Venezuela ocurra una transición».

Rodríguez no vislumbra un impacto negativo para los ciudadanos con este plan, porque «el costo social inconmensurable de esta sociedad ha sido el de no aplicar esta política», dijo.

EFE/Indira Guerrero

 

 

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