CARACAS (Venezuela).- El mensaje que el jefe del Parlamento de Venezuela, Juan Guaidó, pretendió hacer llegar este sábado a los militares encontró escasa respuesta y no llegó a los cuarteles, a los que esta misma jornada el gobernante Nicolás Maduro dedicó una visita para exigir lealtad y reforzar su imagen entre la tropa.
Guaidó pidió la víspera a los opositores que se congregaran a las puertas de los destacamentos militares para pedir a los uniformados, nuevamente, que desobedezcan a Maduro, cuyo nuevo mandato de seis años no es reconocido por el antichavismo, así como por parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza.
Pero esta llamada encontró una escasa respuesta en todo el país y en Caracas apenas un puñado de personas atendieron la solicitud del líder opositor, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 Gobiernos.
Quien sí pudo llevar su mensaje a la tropa fue Maduro, que hoy visitó un centro de adiestramiento en el estado Cojedes (noroeste) y estuvo acompañado por el ministro para la Defensa, Vladimir Padrino, y el comandante de la GNB, Jesús Suárez Chourio.
«No somos un país débil ni desvalido, somos un país con una poderosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana que debe esta cada vez más unida, más cohesionada y más leal que nunca», dijo Maduro en su mensaje a una tropa que escuchaba acuclillada y repitiendo el lema «leales siempre, traidores nunca».
Aseguró que esa unión es necesaria pues «hay un imperio norteamericano que pretende gobernar toda la América» y ha levantado la bandera de la doctrina Monroe.
Por eso, pidió a las autoridades de la base que los cadetes estudien esa doctrina, sintetizada en la frase de «América para los americanos», y aseguró que las alternativas son «Monroe o Bolívar, o el imperio yanqui o la Venezuela chavista».
Maduro también pidió a los cadetes que estén atentos a «los vendepatrias, los traidores y los quintacolumnas» y que tengan una lealtad «activa».
Asimismo, consideró que «un puñado de traidores», como califica a los cerca de 40 uniformados que apoyaron el pasado martes a Guaidó en un efímero levantamiento militar, no pueden terminar con «la cohesión» de la Fuerza Armada que, hoy, lo sigue reconociendo como su legítimo comandante en jefe.
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