CARACAS (Venezuela).- La Fiscalía de Venezuela ordenó este martes el arresto de dos jefes policiales de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) -cuya disolución ha pedido la ONU- por, presuntamente, avalar un operativo en el que resultaron asesinados dos periodistas de un canal de televisión del noroccidental estado de Zulia.
«Estos mal llamados jefes del FAES permitieron, prácticamente a discreción, que estos funcionarios salieran y regresaran luego de cometer estos crímenes, y obviamente que conocían de la acción que estos malhechores iban a hacer», dijo en una comparecencia ante la televisión pública VTV el fiscal general de Venezuela, Tarek Saab (foto).
«Avalaron las acciones delictivas de los autores materiales de los hechos elaborando y suscribiendo actas viciadas de nulidad por carecer de veracidad», añadió.
El fiscal venezolano señaló que estos jefes policiales responden a los nombres de Freddy Rangel Deroy Ramírez (supervisor) y David Miguel Guerrero Moreno (comisionado agregado), y se les acusa de ser «cómplices en el delito de homicidio calificado con alevosía y asociación» (para delinquir).
Saab también dijo hoy que solicitó la detención de una exfiscal regional que ayudó a uno de los policías actuantes en el operativo a evadir la captura.
«Jackbe de los Ángeles Galván Azuaje era fiscal 17 en materia de vehículos (y) participó de alguna manera en este hecho en la presunta comisión de los delitos de encubrimiento y asociación, contra ella hay una orden de aprehensión», señaló.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) denunció el pasado domingo los asesinatos de Andrés Eloy Nieves Zacarías y Víctor Torres, ambos trabajadores de la estación comunitaria Guacamaya TV.
Las muertes ocurrieron durante un operativo de las FAES en la sede del canal -la casa de Torres-, en el que actuaron seis funcionarios, dos de ellos ya bajo custodia policial y los otros cuatro buscados por la Justicia.
Saab aseguró hoy que estos funcionarios actuaron «como delincuentes uniformados», al tiempo que los calificó de «infiltrados».
«Estas personas no tienen ninguna vocación policial», aseveró.
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