CARACAS.- La Fiscalía venezolana informó hoy de que desconocidos lanzaron anoche dos granadas al patio de una cárcel de Maracay, capital del céntrico estado de Aragua, vecino a Caracas, una de las cuales mató a un recluso e hirió a otros veinte.
La explosión en el patio central produjo «la muerte de manera instantánea de uno de los privados de libertad, mientras otros 20 resultaron lesionados, tres de ellos con heridas graves», precisó la fuente oficial en un comunicado.
El ataque se produjo aproximadamente a las 20.00 hora local (00.30 GMT del martes), cuando los presos se preparaban para regresar a sus celdas.
La segunda granada «cayó en el techo» del penal sin causar víctimas, añadió el Ministerio Público.
Medios de prensa de Maracay aseguraron que el fallecido lideraba un grupo de reclusos, conocidos en Venezuela como «pranes», enemistado con otro que asimismo busca el control del penal.
Estos «líderes negativos», como los llama la ministra de Servicio Penitenciario, Iris Varela, buscan mantener el control delictivo de los presidios e incluso comandan desde sus celdas bandas del hampa que siguen operativas tras el encarcelamiento de sus cabecillas.
Según la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), las disputas entre reos, principalmente, provocaron la muerte de 309 reclusos el 2014.
El balance, no contrastado con cifras oficiales, debido a que el Ministerio del Servicio Penitenciario no ofrece información al respecto, marcó un drástico descenso en comparación a los 506 presos que, según el OVP, murieron en la treintena de cárceles del país en el 2013 (591 el 2012 y 560 el 2011).
Esta ONG sostiene que el hacinamiento fue del 170 por ciento el 2014, cuando la población penitenciaria era de 51,256 personas y las cárceles tenían capacidad para albergar a solo 19,000.