Videoselfies, apaño low cost de candidatos para el Congreso peruano

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LIMA.- Con ayuda de aplicaciones como Tik Tok u otros programas amigables de edición, los videoselfies musicales se han convertido en el producto digital preferido, y más barato (low cost), empleado por los candidatos al Congreso de Perú.

A tres días para las elecciones al Congreso más atípicas de la historia reciente de Perú, debido a que no van -como usualmente ocurre- acompañadas de una votación presidencial, los candidatos pugnan por posicionar la marca de sus partidos y su propio número de postulación para aprovechar del voto preferencial, que permite al ciudadano escoger unos candidatos sobre otros en la misma lista.

Así las cosas, el panorama electoral es para muchos peruanos una marea de rostros, números y logotipos de partidos, difíciles de digerir en apenas dos meses de campaña, por lo que los candidatos y sus asesores saben que la conquista de cada ‘retweet’ y ‘like’ en redes sociales puede inclinar la balanza.

LA MAGIA AUDIOVISUAL

Más aún en una coyuntura en que la ley electoral establece una prohibición para contratar publicidad en televisión, pero ninguna para redes sociales.

Por ello, sin importar la orientación política, la estrategia de varios candidatos es utilizar la magia audiovisual para alcanzar más simpatizantes en redes sociales, espacio al que tienen acceso alrededor del 93,2 % de los peruanos conectados a Internet, según la consultora de mercadeo en Internet Comscore.

A ello se han lanzado la socióloga Lucía Alvites y el abogado Julio Arbizu, candidatos del partido de izquierda Juntos por el Perú, quienes se aventuraron a utilizar la aplicación Tik Tok para recrear un video que se viralizó hace unos meses en Perú.

El original lo protagonizaban dos adolescentes de clase alta limeña, quienes contaban con humor bajo un ritmo musical quiénes eran y qué hacían.

El éxito obtenido fue tal en Perú que continuaron su historia en otras piezas audiovisuales, pero además inspiraron a que ambos candidatos utilizaran ese marco digital para presentarse en redes sociales.

«Soy Lucía Alvites y postulo al Congreso/harta de los ‘choros’ (ladrones) que levantan todo en peso» inicia Alvites su rima para dar paso a Arbizu, quien también con aires de hip hop se presenta como «el terror de Mario Bryce/ también de los corruptos incluido Firuláis», referencia a un rival político de derechas que, en un acto racista (él es de piel oscura), le regaló un jabón en un debate público.

En otra orilla política, el abogado y excongresista Carlos Torres Caro, que se presenta por el partido de derechas Vamos Perú, se embarca al reto de la película The Joker y en un video de baja calidad desciende las escaleras y lanza patadas al aire al ritmo de «Fuera los corruptos, fuera la violencia, ya viene Torres Caro».

FRESCURA A RIESGO DE SUPERFICIALIDAD

Para Gustavo Rodríguez, comunicador y escritor, estos videos que apuntan a convertirse en virales o a llegar a una mayor audiencia, son «herramientas coyunturales» producidas específicamente para el medio y que ofrecen sensaciones «positivas como cercanía y frescura», pero también otras negativas como «superficialidad».

«El uso de este recurso a la mano puede servir para dar mensajes tácticos o simpáticos de coyuntura, pero dudo de que sean muy efectivos si se quiere sostener una candidatura seria y profunda», agregó el comunicado a Efe.

Luis Benavente, director de la consultora en comunicación política Vox Pópuli, es mucho más crítico a este tipo de comunicación pues considera a estos videos como «antipublicitarios».

«No reflejan un acabado ni un concepto publicitario. Es una muestra del total empirismo con el que se manejan las campañas, la absoluta falta de profesionalismo que tienen los candidatos», apuntó Benavente.

Para el consultor, el mensaje puede ser «una preocupante demostración de que el candidato trabaja con improvisación, algo que -a su modo de ver- no necesariamente da una buena imagen política».

ALEGRÍA Y BAJO COSTO

Para Alvites, quien además de su video en Tik Tok tiene un musical a ritmo del rap «María», del cantante neoyorquino Vico C., su propuesta en redes sociales se basa en «la alegría».

«Nosotras queremos cambiar el Perú, pero queremos hacerlo con alegría, con entusiasmo, bailando, riéndonos porque somos profesionales, tenemos propuestas serias, pero también somos jóvenes y queremos pasarla bien», apuntó Alvites a Efe.

Anotó que también lo hace porque son acciones de bajo costo que pueden tener gran impacto si saltan a los medios de comunicación convencionales como la televisión.

«Nosotros no tenemos millones, no tenemos mucho dinero, lo único, por ejemplo, que tenemos para repartir es un volante y unos calendarios donados», apuntó la candidata.

A ese tono alegre también se suman otros videos como el del joven postulante al Congreso Kevin Cornejo, de Perú Patria Segura, quien decidió presentarse a sus electores tocando un cajón peruano al ritmo de música afroperuana.

«Kevin Cornejo es la solución/marca la S con decisión», clama el candidato mientras es acompañado por Rocío Miranda, una popular modelo y deportista peruana.

Un esfuerzo por presentarse con simpatía pero cuyo resultado no será igual para todos, según afirmó Rodríguez, pues se trata de «tener carisma».

«(Los videos) pueden llegar a ser simpáticos si es que quien aparece ante el teléfono es carismático, pero no es tan sencillo. Hay gente que sí aguanta la cámara y puede contar buenos chistes, como hay gente que no», apuntó Rodríguez, quien agregó que lo que finalmente genera reputación no son sus apariciones en redes sociales, sino sus apariciones públicas.

«Notas la pasta de un candidato en sus entrevistas, artículos, en debates o en piezas audiovisuales un poco más producidas», finalizó el comunicador. EFE

 

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