BERLÍN.- El ministro de Transporte alemán, Alexander Dobrindt, anunció que Volkswagen (VW) tendrá que revisar, bajo supervisión estatal, todos sus modelos para determinar el impacto de las mayores emisiones de CO2 en el impuesto de circulación y sobre las metas de protección del clima fijadas por el gobierno.
En una comparecencia ante los medios, Alexander Dobrindt dijo que aunque una emisión mayor de CO2 implica un impuesto de circulación más alto, esto no deberá representar una carga para los clientes de Volkswagen.
«Confío en que llegaremos a una solución que no afecte a los clientes. Volkswagen tiene la obligación de que no haya más gastos para sus clientes», dijo Alexander Dobrindt.
Volkswagen informó en un comunicado de que en las investigaciones en torno a los motores diesel por las acusaciones de las autoridades medioambientales estadounidenses -que se centraban en las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx)-, se ha detectado qué modelos presentaron datos irregulares de emisiones de CO2.
La empresa germana cree que este caso puede afectar a 800,000 vehículos, principalmente de motores diesel, y ha cifrado los riesgos económicos en una primera evaluación en 2,000 millones de euros.
Según un portavoz, los modelos afectados son el Polo, el Golf y el Passat, en VW, el A-1 y A-3 en Audi, el Oktavia en Skoda y el Leon y el Ibiza, en Seat.
En septiembre pasado, tras desvelarse el escándalo por el trucaje de los diesel, que afectaba a 9,5 millones de vehículos, ya anunció una provisión de 6,700 millones de euros.
Volkswagen, que esta semana tuvo que salir al paso de otras informaciones procedentes de Estados Unidos y relacionadas con la marca de deportivos Porsche, ha asegurado que se pondrá en contacto «de manera inmediata» con las autoridades responsables de las homologaciones para trasladarles su información.
Con ello contribuirá a realizar una estimación más fiable de las «consecuencias jurídicas y económicas de unos hechos que no están totalmente aclarados».
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