El mejor físico y su capacidad de reacción sirvieron al español Rafael Nadal para derrotar por segunda vez este año a Juan Martín del Potro en un Grand Slam, y alcanzar las semifinales de Wimbledon, al imponerse al argentino por 7-5, 6-7 (7), 4-6, 6-4, y 6-4, una instancia que no disfrutará el suizo Roger Federer, ajusticiado por el surafricano Kevin Anderson.
El partido pudo acabar antes para Nadal, que derrotó al de Tandil en las semifinales de Roland Garros, y que este miércoles dispuso de cuatro bolas de set en el segundo parcial, pero las desperdició y Del Potro se apuntó luego esta manga, y también la siguiente.
No obstante, el número uno del mundo impuso su mejor físico ante un cansado Del Potro, para ganar las dos últimas y firmar su victoria en cuatro horas y 48 minutos, cercana ya la noche, con una certera volea de revés, y el argentino resbalando y cayendo sobre el tapete de la central.
Nadal está ya en su sexta semifinal de Wimbledon, primera desde el 2011 cuando cedió en la final contra Novak Djokovic, y en la 28 del Grand Slam, igualando con Ivan Lendl en la quinta plaza de la lista, superado por Federer (43), Djokovic (32) y Jimmy Connors (31). La victoria de hoy le valió su triunfo 35 este año, a uno solo de Dominic Thiem y Alexander Zverev.
El argentino, que había tenido que jugar tres días seguidos, como en París y también contra Nadal, notó el desgaste. Rafa, que había llegado a los cuartos por primera vez desde el 2011 y sin ceder un set, con ocho horas y ocho minutos solamente, casi dos menos que Juan Martín, sintió la frescura en sus piernas, y sigue adelante.
Crucial fue el octavo juego de la última manga, de casi 13 minutos, en el que Nadal levantó cuatro puntos de rotura, con un esfuerzo descomunal de ambos jugadores a esas alturas del encuentro. Luego, después de tanta batalla, Nadal afinó en el desenlace, un saque abierto, y volea de revés con toda la pista abierta, mientras Juan Martín rodaba por los suelos.
El español se las verá ahora con un viejo rival, el serbio Novak Djokovic, tres veces ganador en Wimbledon, con el que mantiene el récord de enfrentamientos: 26-25 para el de Belgrado.
«Delpo» y «Rafa» se inventaron golpes y se agarraron a la central como pudieron. El argentino maquinó un remate/dejada y el de Manacor un lanzamiento en plancha en pos de una bola que levantaron las emociones del público, entre ellos Manolo Santana y Rod Laver, que presenciaron el partido juntos.
El de Tandil respondió, ya en el quinto set con otra espectacular estirada, con acierto en la volea, y toda la central se puso de pie. Nadal llegó incluso a incrustarse entre los espectadores de la primera fila, cuando iba en pos de una bola.
Juan Martín rodó por la pista en varias ocasiones, y desde su palco no pararon de enviarle paquetes, primero una bolsa con bebida energética para reponerse, y luego unas zapatillas con mayor agarre para que pudiera mantener mejor el equilibrio en los desplazamientos.
Su duelo fue brutal, de tremendo desgaste para ambos, con el argentino cepillando la bola con su revés, y mortificando a Nadal con ello, para conectar luego el plano a dos manos, y usando su saque como arma de alcance, y logrando 33 directos, por solo tres del español.
La derecha de Rafa desplazó a Del Potro, sabiendo que así había logrado doblegarle en los dos enfrentamientos anteriores en hierba: Queen’s en el 2007 y Wimbledon 2011.
Triunfó Nadal porque fue capaz de controlar sus emociones -las de su palco, con sus padres, su hermana Maria Isabel y su novia Xisca Perelló se dispararon cuando él ganó el cuarto set- y porque su movilidad fue mayor que la del campeón del US Open 2009 que rodaba por los suelos una y otra vez.
Un quiebre en el quinto juego del último set, (3-2) distanció al español que luego sudó para conservarlo más adelante, pero cumplió con el objetivo.
A Del Potro le hubiera gustado que no hubiera habido tantos intercambios porque la media de acierto de Nadal en ellos decantaría el duelo, como así fue, terminando el de Manacor con 177 puntos ganados, por 164 de su rival, y solo 19 errores no forzados, por 52 del argentino, que acabó no obstante, con 77 golpes ganadores.
Con la eliminación antes del suizo Roger Federer ante el surafricano Kevin Anderson (2-6, 6-7 (5), 7-5, 6-4 y 13-11 en cuatro horas y 14 minutos) después de tener una bola de partido, no podrá darse ya la final del 2008, considerada por muchos, como la mejor de la historia.
Pero Nadal sigue adelante en el torneo donde ahora se las verá con un viejo rival, el serbio Novak Djokovic, tres veces ganador en Wimbledon, verdugo del japonés Kei Nishikori, por 6-3, 3-6, 6-2 y 6-2 en dos horas y 35 minutos.
Se repetirá así el duelo que más veces se ha dado en la historia, con Djokovic con 26 victorias, y Nadal 25.
Mientras, Anderson lo hará contra el estadounidense John Isner, que derrotó al canadiense Milos Raonic, finalista en 2016, por 6-7 (5), 7-6 (7), 6-4 y 6-3 en 2 horas y 42 minutos.
Federer, campeón el año pasado, sale de Wimbledon conservando la segunda plaza, pero cediendo 1.640 puntos, por lo que Nadal conservará el número uno hasta el final del US Open.
«Delpo» necesitaba ganar a Nadal este miércoles para desplazar al alemán Alexander Zverev y lograr la tercera plaza mundial.
EFE/Miguel Luengo
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