Con la llegada del nuevo milenio, 1 de enero del 2000, Alianza Lima y el fútbol peruano sufrió un terrible golpe con la n un accidente de tránsito.
Eran las 7:00 a.m. y el defensa central de Alianza Lima y de la selección Sub-23 se dirigía al balneario de Santa María por la Costa Verde, horas antes había recibido la llamada de Henry Quinteros, su gran amigo, para que vaya a seguir celebrando la llegada del nuevo año.
Baylón no lo pensó dos veces y salió de su casa, donde había estado celebrando con los amigos de su barrio, en dirección al balneario donde lo esperaba el ‘Pato’. Según cuentan las crónicas de la época, Sandro había tomado lo suficiente como para no poder reaccionar ante alguna dificultad en el camino.
Sandro Baylón nunca llegó a Santa María y terminó chocando su auto contra un poste en la Costa Verde.
Sandro Baylón Capcha tenía 22 años cuando falleció y es recordado por su elegancia al momento de defender, su potencia para el cabezazo tanto en el área propia como en la del rival y su velocidad, características que lo llevaron a ser considerado el mejor defensa del medio y hasta tenía proyección internacional.
Gracias a sus buenas actuaciones en las divisiones menores y en el Bella Esperanza, club filial de Alianza Lima, fue promovido al primer equipo por Jorge Luis Pinto, cuando apenas tenía 19 años.
En 1997, Baylón fue parte del equipo campeón que logró consagrarse luego de 18 años, aunque jugó pocos partidos eso le sirvió para consolidarse en la Primera División.
Al siguiente año, fue titular en la zaga victoriana y en 1999 volvió a campeonar con los íntimos, esta vez en el torneo Clausura.
El buen desempeño en Alianza Lima, único club por el que jugó en su corta pero fulgurante carrera, lo llevó a ser parte de la selección Sub-23, de la cual fue capitán y uno de los jugadores más destacados.
A pesar de que han pasado 17 largos años, la herida sigue abierta y el lugar dejado por Sandro Baylón no ha podido ser llenado por nadie.