La Audiencia de Barcelona ha condenado este miércoles al futbolista internacional argentino del FC Barcelona Leo Messi a un año y nueve meses de cárcel por tres delitos de fraude a Hacienda entre los años 2007 y 2009, una pena inferior a los dos años, por lo que con toda probabilidad no tendrá que entrar en prisión.
En la sentencia, que ha sido notificada este miércoles a las partes y que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, la sección octava de la Audiencia de Barcelona también condena a la misma pena al padre del futbolista, Jorge Messi.
Ambos fueron juzgados por un presunto fraude fiscal de 4.16 millones de euros al fisco español entre el 2007 y 2009 relacionados con los derechos de imagen del jugador.
Para ello, habrían utilizado un entramado de sociedades en Reino Unido, Suiza, Belice y Uruguay a través del cual circulaban los ingresos de los contratos firmados con marcas como Adidas, Konami, Pepsi o Danone. El dinero terminaba en una sociedad uruguaya, propiedad al 100 por ciento de Messi.
Sin embargo, en su declaración ante el tribunal, el pasado 2 de junio, el quíntuple ganador del Balón de Oro aseguró desconocer todo este mecanismo pues dejaba en manos de su padre y sus abogados la gestión de su patrimonio.
«Yo me dedicaba a jugar al fútbol, confiaba en mi papá y en los abogados y no tenía ni idea de nada», dijo.
“Lo único que sabía es que firmábamos acuerdos con determinados patrocinadores, por una cantidad equis de dinero y yo tenía que hacer anuncios, fotos y cosas de esas pero sobre el dinero y dónde iba, no sabía nada de eso», añadió.
La fiscalía, que antes del juicio ya pidió absolver a Messi, se ratificó en su posición alegando de que «no hay ninguna evidencia de que nadie le explicara nada».
Su padre y sus asesores tributarios durante los años investigados lo eximieron de toda responsabilidad, asegurando que no lo informaban sobre estos temas y que él se limitaba a firmar los documentos, sin leerlos.