La Bienal Internacional del Libro de Río de Janeiro, cuya décima octava edición terminó hoy tras 11 días de eventos en la cita más importante de la literatura en Brasil, recibió un récord de 680.000 visitantes gracias a los lectores jóvenes atraídos por los «youtubers».
El número de visitantes superó los 676.000 de la edición de 2015, hasta ahora la de mayor público, e igualmente los 600.000 esperados inicialmente, dijeron los organizadores en una rueda de prensa este domingo.
Los organizadores reconocieron que el récord fue logrado gracias al poder de convocatoria de los «youtubers», cuyo éxito de ventas entre el público joven obligó a la Bienal a colocarlos como los principales protagonistas entre los invitados, los conferenciantes y los líderes de los diferentes eventos.
La edición de la Bienal este año fue precisamente dirigida al público joven en un intento de los organizadores de revertir la fuerte caída de las ventas de libros en los últimos años provocada por la grave recesión en Brasil.
Y la estrategia funcionó si se tiene en cuenta que la participación del público entre 15 y 19 años que asistió al Centro de Convenciones Riocentro en la zona oeste de Río de Janeiro subió desde el 18 % en la edición de 2015 hasta el 33 % este año.
Y, pese a la crisis, las cifras de ventas fueron semejantes a las de 2015. Cada visitante salió con cerca de 6,6 libros y un gasto promedio de 25 reales (unos 8 dólares) gracias principalmente a los grandes descuentos.
«Youtubers» brasileños como Kéfera Buchmann, Felipe Neto y la autora infantil Bel atrajeron más admiradores en sus sesiones de firmas de autógrafos que la decena de consagrados invitados internacionales, entre los que destacaron la británica Paula Hawkins («La chica del tren»), y las estadounidenses Karin Slaughter («Ciega») y Victoria Schwab («Un tono más oscuro de magia»).
La Bienal, en la que participaron cerca de 900 editoriales y unos 330 autores, contó con una masiva participación del público en sus 360 horas de programación cultural y 190 sesiones especiales.
El principal espacio para los debates de autores, cuya capacidad de público fue elevada desde 90 en 2015 hasta 400 en 2017, contó con una ocupación final del 90 %, aunque los eventos con «youtubers» siempre tuvieron lleno total.
«Estamos muy satisfechos con los números de la Bienal. Con el crecimiento de la programación alcanzamos nuestro objetivo de proporcionar una experiencia cultural para toda la familia. Es muy bueno ver la inversión de todas las editoriales en estantes cada vez más bonitos y con más atracciones para los visitantes», afirmó en la rueda de prensa la directora de la Bienal, Tatiana Zaccaro.
El Sindicato Nacional de Editores de Libros (SNEL) también conmemoró las cifras de ventas.
«Si sufrimos una caída en 2016 en el mercado de libros (-11 %), 2017 ya marca una retomada y un respiro para las empresas. Y con certeza la Bienal contribuyó significativamente», afirmó la vicepresidenta de la SNEL, Mariana Zahar. EFE